Todo empezó como un simple juego. Desconocido para mí, me lo tomé como un reto más en mi vida. De descendencia aragonesa, una de mis virtudes, a la par que defecto, es la cabezonería y la implicación desinteresada. La lucha diaria por los sueños. Y esta Copa del Mundo era, y ha sido, uno de los más bellos de alcanzar.
lunes, 19 de noviembre de 2012
Tailandia 2012, la brújula de mi destino
Todo empezó como un simple juego. Desconocido para mí, me lo tomé como un reto más en mi vida. De descendencia aragonesa, una de mis virtudes, a la par que defecto, es la cabezonería y la implicación desinteresada. La lucha diaria por los sueños. Y esta Copa del Mundo era, y ha sido, uno de los más bellos de alcanzar.
miércoles, 17 de octubre de 2012
Minucioso análisis inicial
jueves, 23 de agosto de 2012
Un firme primer paso
jueves, 28 de junio de 2012
Eternamente agradecido
viernes, 1 de junio de 2012
Aduriz lidera la conquista norteamericana
Primer Tiempo
jueves, 24 de mayo de 2012
El Valencia conserva su prestigio internacional
Ficha técnica:
Ficha técnica:
lunes, 21 de mayo de 2012
Mar de dudas
miércoles, 9 de mayo de 2012
Una etapa intrascendente
domingo, 6 de mayo de 2012
Penúltima jornada de penitencia
El Valencia consiguió ayer, en el último suspiro, una importante victoria ante el Villareal, la cual le asegura, de forma matemática la tercera posición de la tabla que da derecho a jugar, de forma directa, la próxima edición de la Champions.
jueves, 3 de mayo de 2012
Una goleada engañosa
lunes, 30 de abril de 2012
Sólo cifras: 17 de 51
viernes, 27 de abril de 2012
¿Última noche europea para...?
lunes, 23 de abril de 2012
Una victoria balsámica
viernes, 20 de abril de 2012
Orgullo Herido
jueves, 12 de abril de 2012
Insípida victoria
Triunfo merecido ante el Rayo Vallecano ayer tarde en Mestalla. Los locales, por unas horas, recuperaron la tan ansiada tercera plaza de la clasificación y los visitantes, en cambio, van a seguir mirando de reojo el abismo de Segunda División.
Un flojo encuentro del Valencia sirvió para doblegar al segundo equipo de la capital de España. Lo que son las cosas. Cuando más se le achacaba al equipo de falta de puntería y efectividad, apareció. Un juego poco vistoso, con un planteamiento inicial rácano, sólo podía deparar un soporífero partido. Y así fue. El encuentro, en cuanto a calidad visual para el espectador, fue nulo. Desde el principio parecía que ambos salían en busca de un empate. Ambos firmaban la paz antes de disparar tan sólo la primera bala. En un partido extremadamente táctico, sin espacios en defensa y con un respeto propio de estas alturas de campeonato, pasamos la tarde entre bostezo y bostezo. El duelo era insoportable hasta que se le ocurrió al Valencia profundizar por las bandas –de lo poco salvable de este equipo aunque no lo parezca-. En una de esas subidas, cerca ya del descanso, llegó el primer gol, de Jonás. Gol de oportunista, no hay más. Con él, se llegó al descanso. Paradojas de la vida, fue el Valencia quién se adelantó en los minutos finales, y no el rival, cómo viene siendo costumbre.
Tras el descanso, la cosa cambió. Pero tampoco mucho. El Valencia seguía dominando y el Rayo, poco a poco, iba desperezándose. Ese despertar tardío empezó a preocupar al respetable. Poco a poco iban llegando con más peligro. Se fueron viniendo arriba cual periodista o aficionado del Madrid tras ganarle anoche al At. de Madrid –una cosa incomprensible vaya-. Y eso, pillos ellos, lo aprovecharon los chicos de Unai. Contra perfecta de Feghouli, el hombre del año, y finalización de killer de Jordi Alba. Todo parecía sentenciado, cuando al bueno de Pablo –digo bueno por no faltar- se le ocurrió ceder un balón a su portero sin levantar la cabeza. Una acción que, como no podía ser de otra forma, nos costó el gol y el run run en la grada de Mestalla. El mal, sin embargo, fue menos ya que pitaba el árbitro Paradas Romero. Él solito sacó del lió al Valencia, pitando un absurdo penalti de Arribas sobre Feghouli. Por las imágenes, parece dudoso. A mí, personalmente, en vivo me pareció pena máxima, la cual se encargó de transformar Jonás. Es curioso, pero dos balones que tocó Jonás, y los dos acabaron en gol. Doblete del brasileño en un partido, en lo personal, discreto.
La sentencia llegó al marcador y con ella los cambios. Mestalla se puso en pie para despedir al argelino y dar entrada a Sergio Canales, cinco meses después. Un momento, no cabe duda, emotivo. El joven cántabro nos va a venir como mano de santo para este final de temporada. Es un perfil de jugador extinguido en este equipo desde la salida del tan querido Pablo Aimar. Canales, para desplegar todo su talento, debe jugar detrás del punta, con dos guardaespaldas como son Tino y Topal, y con dos jugadores de banda. Cuando Emery se decida a ponerlo en ese sistema, el resultado puede ser escandaloso. Es un jugador que, ahora mismo, está cedido al Valencia. Yo insisto que desde el club hagan un esfuerzo económico y paguen su traspaso. Sinceramente, creo que hay futbolista para rato, siempre y cuando las lesiones lo respeten. El pase de hoy para el cuarto gol local, una muestra.
Para finalizar, un pequeño apunte sobre el futuro rival de la Europa League, el Atlético de Madrid. No es un equipo hecho. Se les llenó la boca de halagos y el corazón de ilusión cuando llegó Simeone. Hablaban de un “efecto”. Pues bien, ese efecto ha durado más bien poco. Es un equipo partido, con una defensa bastante floja. Será, sin duda, una eliminatoria abierta, dónde accederá a la final aquel que cometa menos errores defensivos. Ciertamente, va a estar igualada la cosa. A ilusión, está claro, no nos gana nadie y soñar, como todos sabemos, es gratis y está permitido.
Un placer, @andreuserret.
lunes, 9 de abril de 2012
¡ORGULLO CHÉ!
Orgullo significa satisfacción por el trabajo bien hecho. Orgullo significa pasear el escudo con la cabeza bien alta. Orgullo significa recibir menosprecios del rival por la impotencia de no ser capaces de superarnos. Orgullo significa volvernos a colocar en la órbita del fútbol mundial con un partido memorable. Orgullo significa dar un puñetazo en la mesa y callar a toda la prensa de la capital –la famosa central lechera-. Orgullo significa quitarle al Madrid dos puntos vitales y acercar la liga al Barcelona. Pero sobretodo, orgullo significa sentimiento y pasión por un equipo, por unos colores, por una historia.
lunes, 2 de abril de 2012
Mentalidad Anarquista
El Valencia perdió ayer una gran oportunidad de distanciarse de sus rivales directos por la tercera plaza. No logró pasar del empate en el derbi “municipal” con el Levante.
La tarde no podía empezar mejor. Mestalla lucía un aspecto de día grande. La gente, animada por una promoción publicitaria, se animó a ir al campo, con la ilusión de ver una película diferente a la de estos últimos tres meses. El equipo llegaba con muchas bajas, algunas de ellas –Soldado y Jordi Alba- significativas. Volvía Albelda al once inicial, formando pareja con Parejo. El capitán, en su línea de destrucción, acabó siendo sustituido y abroncado por el respetable. Unai formó de inicio con Aduriz y Jonás en punta, arropados por Feghouli y Pablo en las bandas, con la constante presencia de los laterales Barragán y Mathieu. El equipo, como viene siendo habitual, se comportó en el primer tiempo, con una posesión que sobrepasó el 70% pero con pocas ocasiones claras de gol. El Levante, ordenadito atrás, esperó una y otra vez a la contra.
El descanso llegó, con cierta conformación en la grada y con ventaja en el marcador gracias al gol de Jonás, con jugada hilvanada entre Aduriz y Feghouli. Durante el descanso, todos éramos conscientes de qué nos iba a deparar el segundo tiempo. Todos le teníamos miedo, y con razón. El Valencia salió dormido, con esos quince minutos que suele regalar al contrario y, éste, lo aprovechó. Tras el gol, al Valencia le entraron las prisas. Se olvidaron esquemas tácticos –si es que había alguno premeditado- y se lo jugaron a cara o cruz. Podría haber pasado cualquier cosa, pero el resultado ya no se movió.
El jueves, otra final. Esta vez, en Europa. Toca remontada. Veremos si lo hacen desde el rigor o desde la anarquía, de no saber cuál es su rol en el campo. De mentalidad ganadora, cero. El Valencia, sin las remontadas, sería líder. Ha quedado más que demostrado que no saben mantener un resultado a favor y que el sistema defensivo hace aguas por todas partes.
Un placer, @andreuserret
viernes, 30 de marzo de 2012
Un universo paralelo: el planeta Emeriano.
La resaca que nos deja el partido de anoche en Holanda no es del todo mala. Ese gol de Topal deja todo en el aire. Aunque se perdió el partido, el Valencia mereció más ante un rival escandalosamente inferior pero con una alta efectividad ofensiva.
El equipo de Emery mereció más porque fue quien puso algo de calidad en el encuentro. De nuevo, la falta de puntería y el desastroso sistema defensivo, nos llevaron al enésimo fracaso de la temporada. El Valencia, cierto es, dio un paso hacia delante, pero dos hacia atrás. El equipo mostró cierta mejoría en el juego en algunos momentos del partido e incluso llegó a morder arriba, con un Soldado desacertado. Ese fue el paso hacia delante, ya que los pasos hacia atrás volvieron a ser la concentración defensiva y la falta de ambición y confianza que muestra el equipo. Dos errores de Barragán en la marca dinamitaron el decente partido que hizo ayer el conjunto ché en casa del AZ, líder de la liga holandesa. El primer gol, tras un saque de córner al segundo palo, y el segundo, tras una buena jugada por banda izquierda, donde Pablo y Barragán fueron meros observadores. Sinceramente creo que el Valencia luce por Europa – de los 8 equipos vivos en la competición – la peor defensa. Todos sabemos que la base de un buen ataque es la defensa, la cual se cimienta y se forja con duro trabajo. Señores, en mi opinión, cuatro años perdidos, en cuanto a trabajo defensivo.
El partido acabó, con resultado de 2-
El resultado se puede y se debe remontar. Pero se ha de hacer desde la conciencia y desde la aceptación de que tenemos una de las defensas más flojas del viejo continente. Sólo aceptando esta realidad, podremos volver a lograr ilusionar a la gente y revivir los recuerdos de principios de siglo. Aquellos tiempos en que la gente salía a la calle engalanada con bufandas y demás artículos del club. Unos complementos que se lucían con orgullo y que queremos volver a lucir en pocos meses. Somos el Valencia, somos un gran club y ha llegado el momento de demostrarlo. Estamos a sólo cuatro partidos de tocar la gloria, de volver a recuperar el sitio perdido en Europa y de volver a tener el respeto de nuestros rivales. Juntos podemos. Lo vamos a conseguir. Amunt.
Un placer, @andreuserret.
domingo, 25 de marzo de 2012
P3, tocado y hundido
Lo logramos. Nos hemos vuelto a superar. Cuando todos creíamos que habíamos tocado fondo, llegó el torpedo azulón para acabar de hundir el barco valencianista. El mismo que, situado plácidamente en la P3 de la tabla desde tiempos inmemoriales, ve peligrar de manera seria su futuro europeo.
Ya no sirve excusa alguna. El Valencia ayer cayó derrotado en Getafe con todas las de la ley. El equipo, a priori, de garantías se fue diluyendo con el paso de los minutos cuál azucarillo en café. Se empezó ganado a los pocos minutos con un misil tierra-aire de Soldado. Todo hacía presagiar una bonita tarde de fútbol. Éramos los visitantes, sin la presión de Mestalla (culpable, según Emery, de los últimos malos resultados) y contra un equipo inferior en cuanto a plantilla y presupuesto. Pues bien, a la media hora de partido ya íbamos palmando por 3-1. Errores defensivos imperdonables, consecuencia de pérdidas en la medular. Volvía la pareja Rami-Ruíz y los laterales Bruno y Alba. Que jugaron estos cuatro lo se por la alineación inicial plasmada en papel. Sobre el campo, fueron cuerpos sin alma. Las espaldas de dichos laterales descubiertas continuamente y mientras, los centrales, de empanada mental. El primer gol azulón es un claro ejemplo. Bruno deja el carril libre, por el cuál entra Gavilán, que tras poner un centro tocado con pierna izquierda, remata Pedro Ríos de cabeza para poner la igualada en el marcador. Para los que no sepáis quien es, su altura es de 1,77. Teniendo en cuenta que Ruíz y Rami andaban cerca, ya os podéis imaginar la que liaron. Los otros dos goles, calcos del primero, pero por la banda izquierda, la de Jordi Alba.
Estos tres reveses casi coetáneos y la incapacidad de respuesta del conjunto visitante, nos hacen estar en la situación más delicada de los últimos tiempos. Me atrevería a decir, que con Koeman en el banquillo estábamos mejor que ahora. Sinceramente, y después de pensar mucho esta noche, creo que sería injusto cesar a Emery en este momento. El vasco ha dedicado 4 años de su vida a este club. Mejor o peor, según criterios, y creo que no se merece un final tan triste. El equipo está mal, si. Y hay que buscar soluciones para levantar esto. Mencionar a la afición y menospreciarla en rueda de prensa no es la mejor de ellas querido Unai. Es cierto que somos una afición exigente y nunca nos conformamos con nada. Pero lo somos porque hemos sido un equipo grande en Europa, no hace mucho tiempo atrás, y, en este momento, sentimos que los rivales nos han perdido el respeto. Cada vez va menos gente al campo y cada vez los resultados deportivos son peores. Ponemos el grito en el cielo porque estamos hartos. Un club como el Valencia no merece pasar por esto. Queremos un proyecto comprometido al 100% con la ciudad. Unos objetivos más ambiciosos. ¿Pedimos mucho cuando decimos que queremos saber cuál es el modelo ofensivo de nuestro equipo? ¿O cuando nos preguntamos cuáles son los onces fijos del entrenador? Creo que son preguntas que tras cuatro años, por más ventas que se hayan podido hacer, tendrían que estar resueltas con una contundencia extrema.
Tenemos lo que nos merecemos. Hace tiempo que vengo avisando que la tercera plaza nos venía grande. Hoy nos pueden empatar Málaga y Levante, a falta de 27 puntos por disputarse. Esto, amigos y curiosos, se va hacer muy largo y las decepciones, mucho me temo, van a seguir llamando a la puerta de nuestros corazones “blanquinegros”, hasta acabar haciéndose nuestras mejores amigas.
Un placer, @andreuserret