Spanair cierra su espacio aéreo, no así el Valencia

Una jornada menos de suplicio. Sabíamos que la cuesta de Enero iba a ser dura en cuanto a lo económico, pero no en cuanto a lo deportivo y, en concreto, en cuanto a la Liga. Es un sufrimiento ver ciertos partidos ligueros. Y digo yo, si el futbol es entretenimiento y diversión ¿Porqué, desde hace unas semanas, cuesta horrores ver un partido completo de nuestra querida y laureada Liga española? La respuesta, por desgracia no la tengo yo, ojala fuera así. Todo seria más fácil. Empecemos.

Esta jornada 21 ha sido la cuarta consecutiva sin victoria a domicilio por parte del Valencia. Ha cerrado un Enero “negro” sin victorias ligueras, algo que no sucedía desde el 2008, con aquel holandés que hizo tanto bien para esta entidad, Koeman. Aquel mismo año se eliminó al Barcelona en copa, veremos si este año sucede lo mismo. Si es así, aplaudo no ganar en el mes de Enero. Y lo haría encantado, porque señoras y señores, seguimos siendo los terceros de la liga. Es la cruel realidad. El Valencia sigue tirando la liga y, sin embargo, sigue tercero, ya que no hay rival que le haga sombra. Triste pero cierto. Ayer, sin ir más lejos, tiró la primera y parte de la segunda mitad en el Sardinero.

De esa relajación y apatía se aprovechó el Racing. No corría ni el minuto 2 de encuentro y ya estaba por delante el conjunto cántabro. La defensa del Valencia, liderada por Ricardo Costa, cuarto partido este año, no supo tirar un fuera de juego por falta de concentración y Adrián marcó el primero a placer. El Racing ya tenía su premio y se dedicó a esperar al Valencia y salir a la contra con Stuani y Acosta, muy combativos ayer, y por poco le hacen un traje al Valencia, inoperante en toda la primera parte y más a partir del minuto 30, cuando Banega cayó lesionado y entro Topal. Destacar, antes del descanso, una buena jugada de Feghouli que acabó con lanzamiento al larguero de Jonás. La mejor, porque fue la única, del Valencia en el primer acto.

En la segunda mitad, más de lo mismo. Soldado no había tocado un balón, ni lo tocó, más que nada porque no había nadie capaz de hacérselo llegar. El Racing siguió replegado atrás, sin dejar espacios y el bueno de Unai, decidió cambiar algo en el equipo. Más vale tarde que nunca supongo. Metió a Aduriz en el campo, y aquello cambió por completo. Él solito se “merendó” al Racing en unos diez minutos.
El Valencia logró remontar y cuando los puntos se volvían para Mestalla sucedió lo inesperado, el accidente aéreo. Si alguien tiene la “caja negra” que la haga pública, para saber como solucionar un problema que ya empieza a ser preocupante, y no es otro que el descontrol del espacio aéreo. Casi en el minuto de descuento, el Valencia volvió a regalar un gol y dos puntos. Empieza a ser preocupante la facilidad con la que rematan a portería cuando el balón sobrevuela el área de Alves, quien falló de nuevo en el gol rival con su salida “a por uvas”.

Como digo, por suerte o por desgracia nadie le exige más. El objetivo es quedar tercero en liga y de momento se está cumpliendo. Es una lástima, viendo los últimos partidos del Barcelona y en vistas del mes de Febrero que se le presenta, no ganar los partidos, porque estaríamos realmente cerca. El Barcelona es otro de los islotes en esta liga. Tiene el Madrid algo lejos, concretamente a 7 puntos imaginarios ya que reales son 4, y el Valencia a 9. Sé de ellos que no se van a rendir y eso me da esperanza. Lo digo ya, no quiero una liga merengue. No sería un buen verano. Solo me lo podría curar la Eurocopa, eso es así.

Un placer, @andreuserret (Twitter)

La Copa de la ilusión

Ya tenemos los semifinalistas de la Copa del Rey de esta temporada. No son otros que los que avancé la semana pasada. Viendo los partidos de ida y vuelta, he de decir que todos son justos semifinalistas, aunque unos más que otros. Empecemos.

Ayer noche se jugó el último partido de los cuartos de copa, era la vuelta del derbi regional. El Valencia se presentó en el “ciutat” con un equipo titular plagado de sorpresas, la más destacada fue la inclusión de Ricardo Costa en ese once. De los titulares habituales solo estaba Alves en portería, Jordi Alba y Victor Ruiz de defensores y Albelda y el Tino Costa en la media. El resto, 7 futbolistas, eran los teóricos suplentes. Pues bien, este equipo, contra el equipo “B” del Levante también, le pegó un santo repaso al otro equipo de la ciudad. Cierto es que el Levante tenia casi la eliminatoria perdida, que llegaba con muchas bajas y que lo fundamental para ellos es la Liga. Todo eso lo entiendo. Pero el partido es a ida y vuelta, y por más que tengas esos problemas, no puedes hacer de la vuelta un trámite y dar esa imagen. Yo al menos, como entrenador no lo hubiera consentido. Vale que no jugaran los titulares, pero al menos, el once que pones sobre el campo, que salga con alguna fuerza y con alguna ocasión de morder.

El partido solo sirvió para probar en el caso del Levante a los nuevos (Óscar Serrano y Botelho). El primero acabó expulsado y el segundo fue de lo mejor de los locales. Por parte de los visitantes, el partido sirvió para mucho más. Por fin apareció el duende Piatti. Vi una línea defensiva estable y organizada (tampoco es que tuvieran trabajo complicado ayer) y en la media pude ver brotes verdes en Parejo. El Valencia acabó jugando con Albelda de central y con Banega y Parejo en la sala de máquinas, un gran detalle. Albelda, por cierto, se volvió a lucir en un par de acciones, demostrando a todos que si sabe jugar limpio y cuando lo hace es un gran jugador para el Valencia, además de ser un gran líder. A todo esto se sumó el gran trabajo del joven Bernat y la implicación en banda de Barragán. A mi no me acaba de convencer, pero al menos le pone ganas y actitud.

Del partido poco más que decir. El Valencia sentenció aún más la eliminatoria con dos goles en la primera mitad, uno de Aduriz y otro de Piatti. Tras el descanso redondeó el marcador y su noche particular el pequeño argentino con su segundo gol. 0-3 ayer y 7-1 en el global de la eliminatoria. El jugador decisivo fue Pablo Piatti en ambos partidos, con el gol del 3-1 en el tiempo añadido en Mestalla y con el partido de ayer en el “Ciutat”.

Respecto al resto de partidos, comentar de nuevo la gesta del Mirandés, cuyo equipo está a dos partidos de jugar en Europa el año que viene, y el partido del Camp Nou. Consiguió empatar el Madrid al Barcelona, siendo superior en ciertos tramos del encuentro. Mal partido del equipo de Guardiola, con errores defensivos constantes y con pérdidas de balón inusuales. El Madrid sacó el orgullo, el corazón y la raza. Sacó todo aquello que se saca cuando un equipo está limitado para crear fútbol. Jugó con más fe que el rival y consiguió un empate inmerecido, pero justamente eliminado si miramos el cómputo global de la eliminatoria.

Ahora las semifinales. El Valencia se las verá el miércoles en Mestalla con el Barcelona. Creo, sinceramente y con la mano en el corazón, que es la oportunidad idónea para apear al Barcelona y plantarnos en la final. Nos llegará un Barcelona justos de efectivos, que tendrá que pelear con el Villareal fuera de casa para no dejar escapar la liga y con el Valencia lleno de moral y con la ayuda de la afición. Son mejores en todo, si. Pero a ilusión, a este equipo y a esta afición, no la gana nadie, con permiso siempre del resto de rivales. O ahora o nunca. Vamos a jugarles como sabemos y quizás podamos vencerles. Yo tengo toda la fe puesta en este equipo y creo que si se puede.

Un placer, @andreuserret (vía Twitter)

Gracias Pablo y Sara por las fotografías del partido.

La viva imagen del antifútbol

La jornada aplazada en su día por la huelga de los futbolistas nos deparó partidos intensos y con emoción, a falta del encuentro de esta noche, un duelo directo por la permanencia en Primera. Es la cruda realidad. Como también lo es que el Valencia siga tercero tras tres jornadas sin ganar y ofreciendo un juego insípido.

El partido de la matinal del domingo nos tenía preparado uno de los partidos con menos fútbol de todo el año y eso que la alineación del Valencia auguraba otra cosa. Cuando la conocí, con el trivote formado por Albelda, Tino y Banega, la aplaudí ya que me pareció una apuesta valiente de Emery en un campo complicado. Parecía el día más acertado. Te garantizabas posesión y último pase para el matador del área, el cual sigue a lo suyo. Todo parecía estar en su sitio, todo pintaba bonito, pero no. La cruda realidad nos volvió a quitar la ilusión de disfrutar con el Valencia de golpe y porrazo. La culpa la tuvieron los locales, con una presión asfixiante y constantes interrupciones.

El partido en si no tuvo nada, pero nada de nada. Bueno, a decir verdad, dos buenas manos de Alves, un gol de Soldado (que fue media ocasión) y el gol de Osasuna en el descuento. Pérdida tras pérdida, pugna tras pugna por el esférico, protesta tras protesta de los jugadores locales y el partido se esfumó. Eso si, no fue humo ligero. Se me hizo eterno el partidito.

Osasuna, montando bronca en cada jugada, logró que no se jugara al fútbol durante 85 minutos. Lo consiguió gracias a Raúl García, el cual, junto a Albelda, fueron ayer la imagen viva del antifútbol. El primero por simular todas las agresiones y faltas que pudo, cayendo al suelo al mínimo contacto, cortando el juego de continuo y protestando al colegiado cada acción. Detesto a esta clase de jugadores, pero supongo que era ayer su faena, sacar de punto al Valencia y no dejar jugar. Del segundo, el eterno capitán que decía una pancarta el jueves pasado en Mestalla, poco nuevo que decir. Todos ya conocemos su filosofía de “si pasa el balón, no pasa el hombre” y el angelito la aplicó ayer. Timor tira un caño a Bruno en banda izquierda del ataque local y al número 6 visitante no se le ocurre otra cosa que tirarse con todo a los tobillos del jugador local. Roja directa y falta lateral innecesaria. Consecuencia, el gol de Osasuna. Si denuncié desde aquí lo de Pepe, también hay que hablar de Albelda. No tienen la misma gravedad las acciones y no son comparables, pero cierto es, que es reincidente.

Del resto de jornada se pueden destacar varios detalles de importancia. Desde Madrid se hablaba de Messi y de su bajo estado de forma. Pues bien, ayer quedó demostrado que no es así. Lección de juego del argentino, que nos deleitó a todos con esas jugadas inverosímiles, dignas del balón de oro.

Otro de los detalles fue el apasionante derbi de la ciudad de Sevilla, del cual 3 años después pudieron volver a disfrutar todos los aficionados al fútbol.

Del Madrid, decir que ya nos está acostumbrando de mala forma a sus remontadas. Ayer fue el Ath.Club, rival que se adelantó y dispuso de varias ocasiones claras para derrotar al Madrid. No tuvieron la serenidad y la calma necesarias para tomar ese tan importante estadio. Una pena.

Nada más. Esta semana, la vuelta de los cuartos de final de la Copa. Deseo desde aquí que no haya sorpresa alguna por la parte del cuadro que me toca. Mis semifinalistas: Mirandés – Ath. Club y Barcelona – Valencia.

Esto es todo, un placer, @andreuserret (twitter)

Se suman a las rebajas con unos “descuentos de oro”

Estamos en el primer mes del año, en plena cuesta de Enero, con mucha acumulación de partidos, con rebajas en las tiendas y con el dinero justo después de las Navidades. Pues bien, aún así, el Valencia ayer salió “de compras” por Mestalla ante el rival de la ciudad y el escollo para llegar a las deseadas semifinales de la Copa del Rey, al igual que hizo el Barcelona en la capital española en el dia anterior.

Se presentaba el Levante en el feudo valencianista, mermado por las lesiones, con una alineación para buscar el 0-0 y con la cabeza más en la Liga que en la Copa. El Valencia, en cambio, salió a hacer su trabajo y con la consigna de sentenciar el partido en la ida. Todo siguió el guión marcado salvo un detalle, el gol visitante.

El partido empezó con unos primeros momentos de desconcierto, donde los dos equipos luchaban de poder a poder por hacerse con la posesión de la pelota. Cuando la logró controlar el Valencia, minuto 10 aproximadamente, coincidiendo con la inoportuna lesión de Barkero, se acabaron prácticamente las opciones de los visitantes. El Valencia empezó a llegar con peligro, con Pablo y Piatti en las alas y Tino Costa y Albelda en la sala de máquinas, y el “avión” valencianista despegó.

Un Jonás más fallón de lo normal y muy impreciso adelantó al Valencia tras un pase precioso de Pablo y apenas 5 minutos más tarde, aprovechó Soldado un error defensivo para poner en el 2-0 en el marcador, la ilusión de las semifinales en la grada y engrandar su leyenda y sus opciones de ir convocado con la “roja” a la Euro2012.

Dicha ilusión no duró mucho por culpa de Koné, jugador revelación de la Liga d junto a De Marcos. Aprovechó el marfileño una pájara de la defensa local, habitual ya últimamente, para enganchar una preciosa volea desde la frontal a la que nada pudo hacer Alves, salvador ayer otra vez. Primera llegada y primer gol.

La grada se mosqueó tras el gol, cosa lógica, que dejaba la eliminatoria muy viva para los de JIM. Pero lo que son las cosas, ayer la suerte estuvo de cara de quien más la buscó, y en el descuento de la primera mitad llegó el primer “descuento de oro” con un gol de Piatti a pocos segundos de finalizar el primer acto.

Tras el descanso, vi satisfacción y conformidad del conjunto local por el resultado, los cuales se preocuparon más por no encajar gol que por anotar el cuarto, la sentencia. Ocasiones claras contadas, dominio alterno del balón y los minutos a la suya, cayendo uno a uno en el marcador de Mestalla. Así hasta el minuto 75 de encuentro.

Llegaron los cambios locales, salió Feghouli y Banega y la cosa se espabiló. También ayudó a ello una pequeña tangana. El Valencia se fue en busca del cuarto gol ante el agotamiento físico del Levante y por poco lo consigue en dos remates de los centrales del Valencia. El primero en probarlo fue Rami, pero su remate, libre de marca, se marchó desviado. Se lo puedo perdonar. A quien no puedo hacerlo es a Victor Ruiz. Falta puesta por el Tino de manera magistral al segundo palo, llega Victor sin oposición y con Munúa vendido la manda al poste de la porteria.

Imperdonable error que por poco le cuesta muy caro al Valencia 10 minutos más tarde, en una contra de Koné por banda izquierda y una mano milagrosa de Alves que mandó a córner, en la segunda ocasión visitante. Por poco se me para el corazón.

Con el partido a punto de morir, tras presenciar la ocasión del marfileño y casi apunto de abandonar el estadio para no pillar el atasco habitual de los partidos, el Tino nos hizo sentarnos a todos, para volver a levantarnos y aplaudir llenos de júbilo, con un gol postrero y de suerte que dejaba la eliminatoria sentenciada. Un gol, para entendernos, muy parecido al de la Real el sábado pasado. Curiosamente el gol llegó a pocos segundos del final, en el segundo “descuento de oro” del Valencia.

Resultado final justo y eliminatoria casi sentenciada salvo milagro granota en la vuelta, pero tal y como está la Copa, prudencia ante todo.

No puedo cerrar el artículo de hoy sin dar cuatro pinceladas, pero con brocha gorda, del primer clásico del año 2012. En mi opinión fue bastante parecido al último. Barraca ultradefensiva de Mourinho con la alineación titular, filosofía intacta del juego del Barcelona, presión inicial del Madrid arriba, gol tempranero de Cristiano tras error clamoroso de Pinto y remontada del Barcelona con otra demostración de poder y juego en casa ajena. Eso fue el partido en lo deportivo. En lo criminal, quiero aprovechar este espacio para denunciar la actitud de un jugador, que cada vez es más preocupante. No existen calificativos en el mundo para definir su comportamiento sobre el terreno de juego. Su sitio está en un lugar encerrado, con tratamiento psicológico y ayuda profesional, no sobre un terreno de juego.

Un placer, Andreu.

Truco de magia barata. Nada por arriba, nada por debajo.

El Valencia decepcionó, a seguidores y contrarios, de una manera que no se puede volver a repetir. Se perdió en casa, en Mestalla, donde sólo había ganado el Madrid y dando una imagen futbolística que mejor olvidar al finalizar estas líneas.

La alineación titular del Valencia llegó a nuestros ojos a la par que el Madrid remontaba el enésimo partido de la temporada. A vista rápida ya te podías dar cuenta que el partido iba a tener trampa. El Valencia tenía que ir con mucho tacto ante un rival herido, dolido en su orgullo, al ser humillado en Copa. Jonás y Jordi Alba en el banquillo y Soldado y Albelda en el palco hacían presagiar una noche dura. Emery le dio el mando del encuentro a Banega y Parejo y el resultado fue de chiste.

El partido comenzó guardando un minuto de silencio en memoria de Héctor Nuñez. Tras él, empezó el encuentro de los horrores. El Valencia empezó dominando, con claras llegadas a la meta visitante y gozando de dos claras oportunidades para abrir el marcador, con un disparo raso de Pablo que Bravo mandó a córner y un cabezazo de Aduriz al larguero. Era tan sólo el minuto 15 de la primera parte y de ahí hasta casi el final, ya no hubo prácticamente noticias ofensivas del Valencia. La Real, mientras, se dedicó a aguantar y aprovechar alguna salida a la contra en las piernas de Griezmann. El Valencia tocaba inocente cuando tenía la posesión, esperando que el gol bajara del cielo por arte de magia, sin esforzarse lo más mínimo. Obviamente, eso no fue así.

Al descanso se llegó con 0-0, con muy poco fútbol, muy pocas ganas y lo que era peor, que no había sensación de mejora. Ambos conjuntos parecían conformarse con un empate insípido y feo, hasta que la fortuna se alió con el joven francés de la Real. Una recuperación suya en la banda izquierda del ataque vasco le permitió llegar hasta el área, dejando atrás a Dealbert. Su disparo lo tapó bien Rami (para una cosa buena que hace) pero el rechace, tras golpearle en la mano de forma involuntaria, le volvió a sus pies y volvió a disparar, con la mala fortuna que su disparo rozó la puntera de Rami y la pelota describió una parábola imposible para Alves.

Llegó el gol visitante, y con él, mis esperanzas de ver despertar al Valencia. Una vez más, iluso de mi, no hubo reacción alguna. La apatía se había apoderado de los jugadores y nadie ayer, fue capaz de cambiar ese estado anímico. El Valencia seguía jugando con una mentalidad copera, de partido a 180 minutos. Y me explico, me daba la sensación de ver jugar a un equipo en un partido de vuelta de una eliminación directa, donde ya no tenía importancia el resultado, ya que en la ida habían ganado por veinte goles, y les daba igual perder. Eso me transmitió ayer el equipo.

El partidó acabó con victoria visitante, con amago de pañolada en Mestalla y con otra oportunidad perdida por parte de jugadores como Parejo o Topal. Tenía muchísima ilusión en este primer jugador, parece ser que era el único o de los pocos que la tenía. Cierto es que volvía a la titularidad después de mucho tiempo y con el equipo B del Valencia, pero no hay excusa que valga para el partido que se marcó ayer el canterano del Real Madrid.

Espero que lo de ayer fuera un despiste fruto de la casualidad, de los infortunios y de las numerosas bajas. Tenemos que levantarnos y pelear. La posibilidad de acceder a las semifinales de la Copa está cerca y la tercera plaza de la Liga parece segura, por el nivel del resto de perseguidores (sin confiarnos ni un partido más) y por lo imposible que está dar caza, a estas alturas ya, a Madrid y Barça. El Valencia, por tanto, permanece en tierra de nadie, sin nada que rascar por arriba y sin peligro por debajo.

Hoy más que nunca, amunt!! Un placer, Andreu.

Una Copa con PlayOffs

En la entrada anterior decía, que en la Copa Inglesa había más fútbol que en toda una jornada de Liga, lo recordáis? Pues bien, de nuestra Copa tampoco podemos quejarnos, ya que tenemos emoción, intensidad y ratos de buen fútbol. Para más inri, están clasificados por una parte del cuadro los 4 primeros equipos de la tabla. De ahí, la similitud con los PlayOffs por el título.

Bien, empecemos por el Valencia.

El conjunto de Emery se enfrentaba a su segundo rival serio en esta competición, en los 4 años que lleva el técnico vasco en el banquillo ché. Afrontaba la vuelta con una mínima ventaja y eso le hizo plantear el partido a la contra, intentando dejar los menos espacios posibles atrás. No fue así.

El Valencia, en la primera media hora, hubiera podido salir goleado del Pizjuán, pero Alves, incluso con el rostro, evitó la debacle valencianista, capitaneada por la magnífica pareja de centrales. Todo fina ironía.

Tras esos minutos de agobio y sufrimiento el Valencia controló el choque hasta el descanso, manejados de manera intermitente por la varita del 10, llegando a disponer de 2 opciones claras para marcar.

A la salida de los vestuarios llegó aquello más preciado, deseado y esperado, el gol de Roberto Soldado. Jugador casado con el gol este último año que definió a la perfección un gran pase en profundidad de Jonás.

A partir del gol, todo se precipitó. El Valencia se hecho atrás, y el Sevilla, sabedor de que o marcaba 3 goles o el Valencia lo apeaba de la competición, se vino arriba, y cuatro minutos más tarde empató gracias a un error, para mi claro, de Alves. Al Valencia le entró el pánico. El Sevilla estaba a dos goles de la clasificación y quedaban algo más de 20 minutos, todo era posible.

La suerte del Valencia fue, que hasta los últimos 10 minutos no atacaron ni una vez más a la portería visitante. Cuando lo hicieron, con la inestimable ayuda de su afición (pobrísima asistencia al campo ayer) y de Victor Ruiz, lograron el segundo, pero era ya demasiado tarde.

El Valencia estaba en Cuartos de Final y se había tomado la revancha, servida en plato frío, de la injusta eliminación copera de hace 3 años. Esta vez salió la cara de la moneda.

Del resto de eliminatorias quisiera destacar, por encima de todas, a 2 de ellas.

Por orden cronológico hablar en primer lugar del Mirandés. Equipo de 2ª B que capitaneados por el ya famoso banquero, Pablo Infante, fue capaz de eliminar al Racing de Santander.

La otra que cabe destacar es la del Mallorca – Real Sociedad (es un crimen sino lo hago). La Real llegaba a Mallorca con una bonita renta del partido de ida (2-0) y a los pocos minutos, Ifrán, puso en ventaja al conjunto vasco. El Mallorca necesitaba un auténtico milagro para pasar, 4 goles. Pues bien, el conjunto balear los consiguió en 7 minutos, increíble pero cierto. La Real quedó tocada, como para no quedarse así, y el Mallorca remató la hazaña logrando un 6-1 histórico.

A falta del Osasuna – Barcelona (4-0 en la ida para los culés) los cuartos de final de la Copa del Rey nos han deparado unos duelos bonitos de ver: dos derbis, uno vasco y otro valenciano, y por encima de todos los partidos, dos clásicos más a la vista. Así que esperemos disfrutar de un bonito espectáculo, ya que la Liga este año, y como viene siendo ya habitual, ha salido rana.

Un placer, Andreu.

¿La mejor Liga del mundo? ¡Vaya falacia!

Esta jornada 18 nos contestó, de manera bien rotunda, a esa pregunta. Se jugaron más de 900 minutos entre todos los encuentros y, sinceramente, creo que hubo más fútbol en un partido de copa inglesa que en todo ese porrón de minutos. Pero bueno, empecemos con el análisis.

Tal y como estaba transcurriendo el fin de semana, era una de esas jornadas propicias para el Valencia. Levante, Osasuna, Málaga, Atlético de Madrid y Ath Bilbao habían empatado en sus partidos (todos a 0) y el Sevilla había perdido con el Rayo. El Valencia se presentaba en el Madrigal sabedor de estos resultados. ¡Era la ocasión perfecta! Visitaba al rival de la comunidad, en puestos de descenso, con cambio de entrenador y en crisis de juego y resultados. Era un rival arrodillado, esperando la estocada definitiva que lo hundiera en el pozo hacía Segunda, pero el Valencia (especialista en resucitar muertos) no fue capaz de rematarlo, sino todo lo contrario, le dio vida.

El partido en si no tiene mucho que contar. Los locales extramotivados, llevados en volandas por una afición que solo anima una vez al año, se pusieron 2-0 en 5 minutos ante el tercero de la Liga. Dos goles regalados por la defensa del Valencia, por cierto.

A partir de entonces el Valencia empezó a despertar, dirigidos por un Banega que está lejos de su mejor forma física. El Valencia recortó distancias después de una preciosa jugada por banda derecha antes del descanso.

Tras él, gol anulado a Soldado (cuyas imágenes dicen que es gol legal), dominio absoluto del Valencia, un Villareal sin gasolina y, a base de corazón y fe, empató el conjunto visitante gracias a la aparición de Aduriz, olvidado por muchos en el banquillo.

El partido en si me dejó algunos detalles destacables: de aquel Villareal que jugó Champions queda bien poco, solo se salvaron Borja i Senna ayer, donde quedó demostrado que Zapata es un desastre, que Ángel no es el que era y que Nilmar está todavía de vacaciones, si es que ha estado alguna vez. O el Villareal reacciona o lo puede pasar muy mal de aquí a final de temporada, ya que no todos los días tendrán enfrente a su máximo rival autonómico ni tendrán esa motivación.

Del resto de jornada destacar los 4 partidos con empate a 0, que fueron auténticos insultos hacia este deporte, y los partidos del Madrid y del Barcelona.

Respecto al Barcelona, decir que fue el encargado de cerrar la jornada. Fue un partido vibrante en Cornellá, sobretodo en la primera parte. El partido estuvo marcado por las continuas imprecisiones por parte de los dos equipos y su falta de acierto. Se adelantó el Barça y el Espanyol empató cerca del final. La polémica estuvo al final, con un penalti no pitado a favor del conjunto blaugrana, por manos de un defensor perico. Era clamoroso. El Barcelona estuvo, en todo momento, lejos de su mejor nivel.

Para acabar con el análisis de la jornada, me queda hablar un poco del líder de la Liga, el Real Madrid. Un equipo que no juega a nada últimamente, que desde que perdió en su casa con el eterno rival parece haber perdido los apuntes de su juego, y con su máxima estrella de capa caída. Ganaron al Granada, un recién ascendido, no sin susto. Sufrieron sobretodo en la primera mitad, pero en la segunda pasaron el rodillo en 5 minutos y a dormir. Cerca del final marcó el “astro” portugués, el cual enfadado con el mundo, ni celebró. Personalmente me parece vergonzoso que un jugador no celebre un gol. Quizás hasta él sabe que marca cuando todo está decidido y no en las grandes citas, donde siempre es eclipsado por un “loco bajito”, el cual tampoco estuvo fino esta jornada, y que en unas horas puede ganar otro balón de Oro.

Sin más que decir, apuntar desde aquí que la Liga necesita un cambio de actitud en los equipos y en las aficiones o esto será insufrible hasta final de temporada. Todos podemos hacer un espectáculo más digno que mostrar al mundo, otro fútbol es posible.

Para finalizar, dar las gracias a la fotógrafa que tomó esta imagen ayer en la Tribuna Central del Madrigal.

Un placer, Andreu.

Jonás, estrella de Oriente en Mestalla

Primero que nada, quiero dar las gracias a la persona que tomó esta fotografía.

La noche de Reyes en Valencia pasó y, con ella, un partido vibrante, entre dos equipos que eran conscientes que el partido se decidirá el próximo miércoles, en el encuentro de vuelta en el Pizjuan.

Partiendo con esa mentalidad y analizando los onces iniciales de ambos equipos ya veíamos cuales iban a ser las intenciones de ambos conjuntos. El Valencia salía con todo, a intentar sentenciar la eliminatoria, ganando y con la puerta a cero. El Sevilla, en cambio, se limitaría a no dejar espacios atrás y a vivir de la velocidad de Navas y del acierto rematador de Negredo. Dicho esto, vamos con el partido.

El encuentro comenzó con rigurosa puntualidad inglesa y guardando un respetuoso minuto de silencio ambos conjuntos, por la pérdida de Emilio Estellés. Tras él, empezó el partido en Mestalla, con una primera posesión para el Valencia que duraría más de un minuto. La primera ocasión fue para Jordi Alba, en el minuto 4, el cual no logro rematar con certeza una buena jugada de Pablo por banda derecha. Se sucedían las posesiones largas de los chés, que tenían el completo control del balón.

En el minuto 10 llegó la primera ocasión clara del encuentro, y no fue del Valencia, sino de Negredo, que tras rematar de volea un buen centro de Navas, la pelota se fue rozando el poste izquierdo de la portería de Alves.

El partido seguía su curso natural, con control infinito de la pelota por parte del conjunto local y con el rival cerrado atrás sin dejar espacios. Así siguió todo hasta el minuto 18, donde una preciosa combinación entre Jordi Alba y Mathieu (muy activos todo el partido) acabó con un rechace en las botas de Jonás, el cual disparó desde la frontal, rozando el poste de Palop, titular hoy después de 4 meses de inactividad.

Tras esta ocasión el Valencia se creció un poco más, presionó con más insistencia la salida del balón del Sevilla, casi hasta su propia área, y con subidas incansables de los laterales e interiores valencianistas, llegó el error esperado. Nos situamos en el minuto 32. Jonás con un intento de remate con la cabeza fuerza un córner, el cual daría pie a otro seguidamente. Tras el saque de esquina votado por Banega y despejado sin mucho acierto por la zaga andaluza, estos mismos no son capaces de sacar jugado el balón por culpa de la citada presión del Valencia, la pelota la recupera Mathieu en la frontal, el cual abre a su izquierda para Jonás, recibe el brasileño, recorta a Negredo hacia su derecha y la coloca en la escuadra del palo largo de Palop, golazo. El partido cambió tras esta acción.

Empezó a haber más ritmo, el Sevilla se empezó a abrir y el encuentro se empezó a calentar. Sucesión de amarillas por diferentes acciones. Una de ellas para Medel por protestar, el cual antes del descanso, por un agarrón a Soldado cuando salía a la contra, debió ser expulsado. No le sacó la segunda amarilla, Soldado protestó y la vio él.

Antes de llegar al descanso, una preciosa combinación entre Jordi Alba i Mathieu acaba con el disparo del francés rozando el palo y con Mestalla cantando gol. Sin más dilación, y con una posesión del 75% para el Valencia, se llegó al descanso.

Tras el descanso no hubo cambios, ni en los banquillos ni de estilo de juego. Hasta el minuto 60 el Valencia siguió dominando al Sevilla, el cual parecía conformarse con el 1-0. En estos 15 minutos, citar el remate de cabeza de Jordi Alba que Palop sacó sobre la línea de gol cuando el balón se colaba al fondo de la red, era la tercera del Valencia.

A partir de ese minuto, 3 ocasiones seguidas del Sevilla, con disparo de Manu del Moral a la cruceta incluido, pusieron en alerta a la afición local. El Valencia empezó a recular, el Sevilla atacaba con más corazón que cabeza en algunas ocasiones y eso provocó más subidas de los laterales e interiores del Valencia (los mejores de la noche).

En el 72, la segunda jugada polémica de la noche. Balón largo para Soldado, control largo del valenciano, Palop se le hecha encima, lo intenta regatear y cae simulando penalti. Para mí, era segunda amarilla y expulsión. Con la polémica, la cosa se calentó y como consecuencia subió la intensidad del choque.

Fruto de la subida de ritmo del Sevilla, Emery empezó con los cambios, los cuales me sorprendieron gratamente. En el 75 quitó a Mathieu para poner en su lugar a Jordi Alba (retrasándolo) y dar entrada a Piatti, jugador que me gusta mucho pero que goza de poca participación. 3 minutos más tarde entró Feghouli y se marchó Pablo, ovación en la grada para el castellonense que hizo un notable partido.

Nos plantamos ya en el 80, y en el cambio de Negredo por Luis Alberto (cambio clave). Había poco fútbol en el césped, con muchas imprecisiones y pérdidas. Una de ellas, en el 82, de Banega, ocasionó la ocasión de Luis Alberto, que se plantó con un 2 contra 1 ante la portería de Alves, pero definió él con un disparo. Dije lo de cambio clave porque creo que si ese hubiera sido Negredo quizá el resultado hubiera sido diferente.

En el 89’, Emery dio entrada a Parejo por Jonás, despedido con la grada en pie. Y fue el nuevo en entrar el que fabricó la última ocasión del partido. Desbordó en banda izquierda, centró raso para la llegada desde atrás de Piatti pero el argentino remató alto.

El partido acabó con 10 tarjetas amarillas y casi 20 córners entre los dos equipos. No fue un partido duro pese a esos datos, pero si que en ciertos momentos se convirtió en un correcalles, con imprecisiones y pérdidas, que por poco le cuestan caras al Valencia. Contento por el juego en gran parte del partido, contento por la seriedad con la que se afrontó el partido y, creo, que vamos a Sevilla con un resultado justo.

Para finalizar, citar un detalle que me gustó muchísimo. Fue el liderazgo que ejerció David Albelda, el eterno capitán de la Pobla Llarga, cuando abroncó a Banega en reiteradas ocasiones por pérdidas de balón innecesarias, las cuales causaron sendas ocasiones de gol para el Sevilla y que no se pueden consentir.

Sin querer alargarme más me despido, hasta el próximo partido. Recordad, Domingo 8 de Enero a las 18h en el Madrigal, Villareal – Valencia.

Un placer, Andreu.

..y el fútbol se hizo letra!

Hola amigos, conocidos, valencianistas de corazón, amantes del fútbol o curiosos en general, sois todos bienvenidos. Mi nombre es Andreu, soy de Vinaròs (Castellón), diplomado en Magisterio Educación Musical, toco la trompeta y soy un apasionado del deporte, en concreto del fútbol y en particular del Valencia.

Ahora que ya nos conocemos, ¿quieres saber el porque del nombre de este espacio virtual? Como ya te habrás dado cuenta, el blog se titula “Manchas de Tinta” y el porque es muy sencillo. Tiene relación con el test de Rorschach. Este test lo utilizan los psicólogos en sus diagnósticos, ya que mediante imágenes simétricas de tinta pueden conocer los trastornos de sus pacientes. Y te preguntarás, ¿Qué tiene que ver la psicología con un blog de fútbol? La respuesta es bien sencilla. Todos veremos el mismo partido de fútbol, ya sea por televisión, en el campo o por la radio, pero podremos sacar interpretaciones diferentes de un mismo encuentro. Pues bien, con las imágenes de tinta pasa lo mismo, todos vemos la misma pero cada uno da su interpretación.

Entrada tras entrada voy a intentar hacer un análisis completo de los partidos del Valencia, así como también de los rivales que compitan en las competiciones que dispute el equipo ché, haciendo valoraciones de jugadores, entrenador, juego y táctica. Será un blog escrito en castellano, para tratar de hacerlo plural y que todo el mundo lo pueda entender.

Mi objetivo: escribir sobre mi afición, el fútbol, y en particular, escribir sobre aquel equipo que llevo en el corazón desde pequeño, y que nunca voy a dejar de creer en él, pase lo que pase.

AMUNT!!!