lunes, 23 de enero de 2012

La viva imagen del antifútbol

La jornada aplazada en su día por la huelga de los futbolistas nos deparó partidos intensos y con emoción, a falta del encuentro de esta noche, un duelo directo por la permanencia en Primera. Es la cruda realidad. Como también lo es que el Valencia siga tercero tras tres jornadas sin ganar y ofreciendo un juego insípido.

El partido de la matinal del domingo nos tenía preparado uno de los partidos con menos fútbol de todo el año y eso que la alineación del Valencia auguraba otra cosa. Cuando la conocí, con el trivote formado por Albelda, Tino y Banega, la aplaudí ya que me pareció una apuesta valiente de Emery en un campo complicado. Parecía el día más acertado. Te garantizabas posesión y último pase para el matador del área, el cual sigue a lo suyo. Todo parecía estar en su sitio, todo pintaba bonito, pero no. La cruda realidad nos volvió a quitar la ilusión de disfrutar con el Valencia de golpe y porrazo. La culpa la tuvieron los locales, con una presión asfixiante y constantes interrupciones.

El partido en si no tuvo nada, pero nada de nada. Bueno, a decir verdad, dos buenas manos de Alves, un gol de Soldado (que fue media ocasión) y el gol de Osasuna en el descuento. Pérdida tras pérdida, pugna tras pugna por el esférico, protesta tras protesta de los jugadores locales y el partido se esfumó. Eso si, no fue humo ligero. Se me hizo eterno el partidito.

Osasuna, montando bronca en cada jugada, logró que no se jugara al fútbol durante 85 minutos. Lo consiguió gracias a Raúl García, el cual, junto a Albelda, fueron ayer la imagen viva del antifútbol. El primero por simular todas las agresiones y faltas que pudo, cayendo al suelo al mínimo contacto, cortando el juego de continuo y protestando al colegiado cada acción. Detesto a esta clase de jugadores, pero supongo que era ayer su faena, sacar de punto al Valencia y no dejar jugar. Del segundo, el eterno capitán que decía una pancarta el jueves pasado en Mestalla, poco nuevo que decir. Todos ya conocemos su filosofía de “si pasa el balón, no pasa el hombre” y el angelito la aplicó ayer. Timor tira un caño a Bruno en banda izquierda del ataque local y al número 6 visitante no se le ocurre otra cosa que tirarse con todo a los tobillos del jugador local. Roja directa y falta lateral innecesaria. Consecuencia, el gol de Osasuna. Si denuncié desde aquí lo de Pepe, también hay que hablar de Albelda. No tienen la misma gravedad las acciones y no son comparables, pero cierto es, que es reincidente.

Del resto de jornada se pueden destacar varios detalles de importancia. Desde Madrid se hablaba de Messi y de su bajo estado de forma. Pues bien, ayer quedó demostrado que no es así. Lección de juego del argentino, que nos deleitó a todos con esas jugadas inverosímiles, dignas del balón de oro.

Otro de los detalles fue el apasionante derbi de la ciudad de Sevilla, del cual 3 años después pudieron volver a disfrutar todos los aficionados al fútbol.

Del Madrid, decir que ya nos está acostumbrando de mala forma a sus remontadas. Ayer fue el Ath.Club, rival que se adelantó y dispuso de varias ocasiones claras para derrotar al Madrid. No tuvieron la serenidad y la calma necesarias para tomar ese tan importante estadio. Una pena.

Nada más. Esta semana, la vuelta de los cuartos de final de la Copa. Deseo desde aquí que no haya sorpresa alguna por la parte del cuadro que me toca. Mis semifinalistas: Mirandés – Ath. Club y Barcelona – Valencia.

Esto es todo, un placer, @andreuserret (twitter)

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