viernes, 6 de enero de 2012

Jonás, estrella de Oriente en Mestalla

Primero que nada, quiero dar las gracias a la persona que tomó esta fotografía.
La noche de Reyes en Valencia pasó y, con ella, un partido vibrante, entre dos equipos que eran conscientes que el partido se decidirá el próximo miércoles, en el encuentro de vuelta en el Pizjuan.

Partiendo con esa mentalidad y analizando los onces iniciales de ambos equipos ya veíamos cuales iban a ser las intenciones de ambos conjuntos. El Valencia salía con todo, a intentar sentenciar la eliminatoria, ganando y con la puerta a cero. El Sevilla, en cambio, se limitaría a no dejar espacios atrás y a vivir de la velocidad de Navas y del acierto rematador de Negredo. Dicho esto, vamos con el partido.

El encuentro comenzó con rigurosa puntualidad inglesa y guardando un respetuoso minuto de silencio ambos conjuntos, por la pérdida de Emilio Estellés. Tras él, empezó el partido en Mestalla, con una primera posesión para el Valencia que duraría más de un minuto. La primera ocasión fue para Jordi Alba, en el minuto 4, el cual no logro rematar con certeza una buena jugada de Pablo por banda derecha. Se sucedían las posesiones largas de los chés, que tenían el completo control del balón.

En el minuto 10 llegó la primera ocasión clara del encuentro, y no fue del Valencia, sino de Negredo, que tras rematar de volea un buen centro de Navas, la pelota se fue rozando el poste izquierdo de la portería de Alves.

El partido seguía su curso natural, con control infinito de la pelota por parte del conjunto local y con el rival cerrado atrás sin dejar espacios. Así siguió todo hasta el minuto 18, donde una preciosa combinación entre Jordi Alba y Mathieu (muy activos todo el partido) acabó con un rechace en las botas de Jonás, el cual disparó desde la frontal, rozando el poste de Palop, titular hoy después de 4 meses de inactividad.

Tras esta ocasión el Valencia se creció un poco más, presionó con más insistencia la salida del balón del Sevilla, casi hasta su propia área, y con subidas incansables de los laterales e interiores valencianistas, llegó el error esperado. Nos situamos en el minuto 32. Jonás con un intento de remate con la cabeza fuerza un córner, el cual daría pie a otro seguidamente. Tras el saque de esquina votado por Banega y despejado sin mucho acierto por la zaga andaluza, estos mismos no son capaces de sacar jugado el balón por culpa de la citada presión del Valencia, la pelota la recupera Mathieu en la frontal, el cual abre a su izquierda para Jonás, recibe el brasileño, recorta a Negredo hacia su derecha y la coloca en la escuadra del palo largo de Palop, golazo. El partido cambió tras esta acción.

Empezó a haber más ritmo, el Sevilla se empezó a abrir y el encuentro se empezó a calentar. Sucesión de amarillas por diferentes acciones. Una de ellas para Medel por protestar, el cual antes del descanso, por un agarrón a Soldado cuando salía a la contra, debió ser expulsado. No le sacó la segunda amarilla, Soldado protestó y la vio él.

Antes de llegar al descanso, una preciosa combinación entre Jordi Alba i Mathieu acaba con el disparo del francés rozando el palo y con Mestalla cantando gol. Sin más dilación, y con una posesión del 75% para el Valencia, se llegó al descanso.

Tras el descanso no hubo cambios, ni en los banquillos ni de estilo de juego. Hasta el minuto 60 el Valencia siguió dominando al Sevilla, el cual parecía conformarse con el 1-0. En estos 15 minutos, citar el remate de cabeza de Jordi Alba que Palop sacó sobre la línea de gol cuando el balón se colaba al fondo de la red, era la tercera del Valencia.

A partir de ese minuto, 3 ocasiones seguidas del Sevilla, con disparo de Manu del Moral a la cruceta incluido, pusieron en alerta a la afición local. El Valencia empezó a recular, el Sevilla atacaba con más corazón que cabeza en algunas ocasiones y eso provocó más subidas de los laterales e interiores del Valencia (los mejores de la noche).

En el 72, la segunda jugada polémica de la noche. Balón largo para Soldado, control largo del valenciano, Palop se le hecha encima, lo intenta regatear y cae simulando penalti. Para mí, era segunda amarilla y expulsión. Con la polémica, la cosa se calentó y como consecuencia subió la intensidad del choque.

Fruto de la subida de ritmo del Sevilla, Emery empezó con los cambios, los cuales me sorprendieron gratamente. En el 75 quitó a Mathieu para poner en su lugar a Jordi Alba (retrasándolo) y dar entrada a Piatti, jugador que me gusta mucho pero que goza de poca participación. 3 minutos más tarde entró Feghouli y se marchó Pablo, ovación en la grada para el castellonense que hizo un notable partido.

Nos plantamos ya en el 80, y en el cambio de Negredo por Luis Alberto (cambio clave). Había poco fútbol en el césped, con muchas imprecisiones y pérdidas. Una de ellas, en el 82, de Banega, ocasionó la ocasión de Luis Alberto, que se plantó con un 2 contra 1 ante la portería de Alves, pero definió él con un disparo. Dije lo de cambio clave porque creo que si ese hubiera sido Negredo quizá el resultado hubiera sido diferente.

En el 89’, Emery dio entrada a Parejo por Jonás, despedido con la grada en pie. Y fue el nuevo en entrar el que fabricó la última ocasión del partido. Desbordó en banda izquierda, centró raso para la llegada desde atrás de Piatti pero el argentino remató alto.

El partido acabó con 10 tarjetas amarillas y casi 20 córners entre los dos equipos. No fue un partido duro pese a esos datos, pero si que en ciertos momentos se convirtió en un correcalles, con imprecisiones y pérdidas, que por poco le cuestan caras al Valencia. Contento por el juego en gran parte del partido, contento por la seriedad con la que se afrontó el partido y, creo, que vamos a Sevilla con un resultado justo.

Para finalizar, citar un detalle que me gustó muchísimo. Fue el liderazgo que ejerció David Albelda, el eterno capitán de la Pobla Llarga, cuando abroncó a Banega en reiteradas ocasiones por pérdidas de balón innecesarias, las cuales causaron sendas ocasiones de gol para el Sevilla y que no se pueden consentir.

Sin querer alargarme más me despido, hasta el próximo partido. Recordad, Domingo 8 de Enero a las 18h en el Madrigal, Villareal – Valencia.

Un placer, Andreu.

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