¿La mejor Liga del mundo? ¡Vaya falacia!

Esta jornada 18 nos contestó, de manera bien rotunda, a esa pregunta. Se jugaron más de 900 minutos entre todos los encuentros y, sinceramente, creo que hubo más fútbol en un partido de copa inglesa que en todo ese porrón de minutos. Pero bueno, empecemos con el análisis.

Tal y como estaba transcurriendo el fin de semana, era una de esas jornadas propicias para el Valencia. Levante, Osasuna, Málaga, Atlético de Madrid y Ath Bilbao habían empatado en sus partidos (todos a 0) y el Sevilla había perdido con el Rayo. El Valencia se presentaba en el Madrigal sabedor de estos resultados. ¡Era la ocasión perfecta! Visitaba al rival de la comunidad, en puestos de descenso, con cambio de entrenador y en crisis de juego y resultados. Era un rival arrodillado, esperando la estocada definitiva que lo hundiera en el pozo hacía Segunda, pero el Valencia (especialista en resucitar muertos) no fue capaz de rematarlo, sino todo lo contrario, le dio vida.

El partido en si no tiene mucho que contar. Los locales extramotivados, llevados en volandas por una afición que solo anima una vez al año, se pusieron 2-0 en 5 minutos ante el tercero de la Liga. Dos goles regalados por la defensa del Valencia, por cierto.

A partir de entonces el Valencia empezó a despertar, dirigidos por un Banega que está lejos de su mejor forma física. El Valencia recortó distancias después de una preciosa jugada por banda derecha antes del descanso.

Tras él, gol anulado a Soldado (cuyas imágenes dicen que es gol legal), dominio absoluto del Valencia, un Villareal sin gasolina y, a base de corazón y fe, empató el conjunto visitante gracias a la aparición de Aduriz, olvidado por muchos en el banquillo.

El partido en si me dejó algunos detalles destacables: de aquel Villareal que jugó Champions queda bien poco, solo se salvaron Borja i Senna ayer, donde quedó demostrado que Zapata es un desastre, que Ángel no es el que era y que Nilmar está todavía de vacaciones, si es que ha estado alguna vez. O el Villareal reacciona o lo puede pasar muy mal de aquí a final de temporada, ya que no todos los días tendrán enfrente a su máximo rival autonómico ni tendrán esa motivación.

Del resto de jornada destacar los 4 partidos con empate a 0, que fueron auténticos insultos hacia este deporte, y los partidos del Madrid y del Barcelona.

Respecto al Barcelona, decir que fue el encargado de cerrar la jornada. Fue un partido vibrante en Cornellá, sobretodo en la primera parte. El partido estuvo marcado por las continuas imprecisiones por parte de los dos equipos y su falta de acierto. Se adelantó el Barça y el Espanyol empató cerca del final. La polémica estuvo al final, con un penalti no pitado a favor del conjunto blaugrana, por manos de un defensor perico. Era clamoroso. El Barcelona estuvo, en todo momento, lejos de su mejor nivel.

Para acabar con el análisis de la jornada, me queda hablar un poco del líder de la Liga, el Real Madrid. Un equipo que no juega a nada últimamente, que desde que perdió en su casa con el eterno rival parece haber perdido los apuntes de su juego, y con su máxima estrella de capa caída. Ganaron al Granada, un recién ascendido, no sin susto. Sufrieron sobretodo en la primera mitad, pero en la segunda pasaron el rodillo en 5 minutos y a dormir. Cerca del final marcó el “astro” portugués, el cual enfadado con el mundo, ni celebró. Personalmente me parece vergonzoso que un jugador no celebre un gol. Quizás hasta él sabe que marca cuando todo está decidido y no en las grandes citas, donde siempre es eclipsado por un “loco bajito”, el cual tampoco estuvo fino esta jornada, y que en unas horas puede ganar otro balón de Oro.

Sin más que decir, apuntar desde aquí que la Liga necesita un cambio de actitud en los equipos y en las aficiones o esto será insufrible hasta final de temporada. Todos podemos hacer un espectáculo más digno que mostrar al mundo, otro fútbol es posible.

Para finalizar, dar las gracias a la fotógrafa que tomó esta imagen ayer en la Tribuna Central del Madrigal.

Un placer, Andreu.