viernes, 9 de marzo de 2012

Coser, cantar y pincharse.

No existe un partido redondo este año. Los encuentros duran noventa minutos. Cantidad de segundos que parecen no tener asimilada. Los chicos de Emery, culpables del resultado final, se empeñaron en dar emoción para la vuelta y dejar la faena a mitad.



Fue un partido cómodo, con un rival que apenas inquietó lo más mínimo. Recuerdo, así a lo pronto, un par de subidas por banda derecha de los holandeses y fin de la historia. Respecto al Valencia, mejoró la imagen mostrada en estos últimos partidos. Tampoco era una ardua tarea, ya que con dar dos pases seguidos con cierto sentido era suficiente. Destacaron, por encima del resto, Parejo y Barragán. Dos jugadores suplentes a los que ayer Emery les brindó una nueva oportunidad. Parejo, en ciertos momentos, se pareció a aquel que me enamoró el año pasado en Getafe. Jugó con cabeza, se asoció de manera coherente y eficaz e incluso le sirvió a Piatti el cuarto gol con un pase estratosférico. Barragán estuvo incansable en banda. Subió sin cesar y centrando con mucho acierto. Una jugada suya por banda derecha sirvió para que Soldado, diez partidos después, rompiera su sequía goleadora con el Valencia.

El partido estaba encarrilado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Se retiraron los jugadores al vestuario con un 3-0 a favor. Todo estaba en orden. La portería a cero, goles a favor y alegría en las gradas –muy vacías ayer por el desacuerdo de los aficionados con el actual proyecto deportivo-. No son tiempos para disfrutar y hacer alarde de poder en Valencia. El equipo marcó el cuarto y se echó a dormir la siesta a la sombra de un olivo. Eso lo aprovecharon los holandeses para apretar un poco el resultado, dejar la eliminatoria en el aire y despertar el malestar en la grada. Todo empezó por un penalti absurdo de Mathieu en el minuto 80, en una de las subidas por banda derecha del PSV. Un penalti innecesario e inocente del francés que le dio muchas alas al tercero de la liga holandesa. El Valencia recibió el golpe del gol como un gancho en la mejilla y cayó noqueado al suelo, incapaz de dar respuesta. 10 minutos más tarde, al borde del pitido final, se consumó la tragedia. El PSV marcó el segundo gol, para desesperación de la afición, los cuales respondieron con una sonora pitada al finalizar el encentro.

Es preocupante la situación actual que se vive en Valencia. Gana el equipo en la ida de los octavos de una competición europea, marcando cuatro goles y dejando la eliminatoria bien encarrilada y, ni aún así, se libra el equipo de la bronca al final. Hay mucho descontento en Mestalla con todo el cuerpo técnico, directiva y plantilla. El partido dejó un gusto agridulce que no gustó al respetable. Llueve sobre mojado en Valencia y alguno se puede acabar ahogando.

Antes de acabar, quiero hacer mención del partido que puede ver –paralelamente al del Valencia- en Manchester. Menuda exhibición de los jugadores del Athletic Club. Apabullante superioridad ante el segundo de la Premier League, para muchos –y yo me incluyo- la mejor del mundo. Fue insultante el repaso que se llevaron los diablos rojos. Superados en todo momento por un juego vertiginoso y explosivo que dejó sin argumentos y sin capacidad de reacción a los locales. De Gea les salvó de endosar una goleada histórica. Lo peor, el resultado final. El Manchester, con media ocasión logró anotar dos goles. Es lo que tienen los equipos grandes.

Para finalizar invito a la reflexión. Sin comparar presupuestos ni individualidades, solo observando el conjunto como equipo y el juego de toque como arma, lanzo una pregunta al aire. ¿Es el Athletic Club el segundo mejor equipo de España, por detrás del Barcelona?

Un placer, @andreuserret (twitter)

2 comentarios:

  1. En primer lugar, creo que has acotado excesivamente la pregunta, es decir: preguntas si es el segundo mejor equipo de España, pero hablas de futbol de toque, y considero que el estilo de juego no define si un equipo es mejor que otro. Existen distintos estilos, y no solo el toque es espectacular ni signo de ser un gran equipo.

    Respondiendo a la pregunta, no es el segundo mejor equipo de España ni de cerca. Creo que su nivel está bastante por debajo del Real Madrid y el Barcelona por varias razones:

    1- Los partidos del Athletic (y he visto muchos este año) siempre tienen buenos minutos, pero al igual que el Valencia, no aguanta los 90 minutos cncentrados, no se si por la exigencia física de la presión tan adelantada de Bielsa, pero no suele cerrar los partidos.

    2- El Madrid puede que no juege el estilo de toque, pero me parece mucho mejor equipo: sabe cerrar los partidos, tiene gran capacidad de remontada, juega un futbol espectacular en ataque... Solo hay que mirar sus números: tiene la capacidad de ser un gran equipo, y aunque parezca el partido complicado, sabes casi con total seguridad que acabará ganandolo. I para mi eso es lo que define un gran equipo.

    No obstante, estoy de acuerdo con la gran temporada del Athletic, con el que simpatizo, y disfruto viendo sus partidos de futbol. Pero de ahí, a pensar que es el segundo mejor equipo de España, hay bastante distancia.

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  2. En Mestalla hay mucho que quiere hacerse el enterado y no se entera de la misa la mitad. Está claro que el equipo no juega un fútbol espectacular, pero mi pregunta que le lanzo a muchos es: ¿acaso este equipo puede jugar bien al fútbol? Y más sin Banega.

    Jugador por jugador, los únicos que tienen capacidad de asociación son Jonas y Parejo. Al primero de ellos el fuelle no le llega para más de 60 minutos notables en todos los partidos y el segundo tuvo sus oportunidades al principio, no las aprovechó y ahora parece que se está cogiendo...

    No defiendo a este Valencia porque pienso que la actitud, tensión, garra lucha y concentración (entre otras cosas) en los partidos debería ser mucho mayor, eso es lo que debería paliar para mí esa ausencia clara de técnica y calidad que tiene este equipo, exceptuando a 3 jugadores contados.

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